Con problemas, la Iglesia católica ante el COVID-19
Dos Obispos enfermos y más de 50 sacerdotes muertos es el saldo de la emergencia sanitaria ante el Coronavirus o el COVID-19. Los Obispos positivos al virus eran de Perú y República Dominicana.
La Conferencia Episcopal Peruana dio a conocer la positividad al coronavirus de Monseñor Travieso Martín, Obispo del Vicariato Apostólico de San José de las Amazonas. Por su parte, la Conferencia Episcopal de República Dominicana, reveló que el Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macoris, Monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo, fue también diagnosticado con la enfermedad.
A su vez, más de 50 sacerdotes han muerto en Italia por coronavirus. La epidemia sigue causando estragos entre el clero italiano, sobre todo en las diócesis del norte de Italia. Según datos facilitados al periódico de la Conferencia Episcopal Italiana, Avvenire, la cifra asciende a más de 50 sacerdotes fallecidos por causa del coronavirus en apenas 20 días. La mayoría son mayores de 70 años.
Desde el viernes 20 de marzo han fallecido 10 sacerdotes. Hay 20 de la Diócesis de Bérgamo, 6 de la Diócesis de Parma, 4 son de la Archidiócesis de Milán, 4 de la Diócesis de Cremona, 4 de la Diócesis de Lodi, 3 de la Diócesis de Pesaro, 2 de la Diócesis de Piacenza-Bobbio y 2 de la Diócesis de Brescia.
Sacerdote renuncia a respirador
Un sacerdote de 72 años con coronavirus falleció en Italia, luego de renunciar al respirador que necesitaba para que se lo dieran a un paciente más joven. Se trata del P. Giuseppe Berardelli, de Casnigo, en la diócesis italiana de Bérgamo, la más golpeada por el COVID-19.
El respirador al que renunció fue comprado por la comunidad parroquial a la que servía. “Don Giuseppe murió como sacerdote. Y me conmueve profundamente el hecho que él, arcipreste de Casnigo, haya renunciado para destinarlo a alguien más joven”, expresó un operador sanitario de la casa de reposo San Giuseppe. El P. Berardelli falleció en el hospital de Lovere.
El Vaticano enfrenta graves problemas por el COVID-19
Los sacerdotes muertos estuvieron en Italia, la más golpeada por el virus
