EL VALOR DE LO MARGINAL,
Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas, Colaborador del Periódico Digital “El Ciudadano”…
Las desapariciones en el estado de Guanajuato continúan su carrera cada día más acelerada. El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDOL) nos dice que en éste hay 2 mil 493 personas desaparecidas. Tan solo en el municipio de Salvatierra, en días pasados se recogió el dato que se encontraron 79 cuerpos en 67 fosas clandestinas en un mes, tiempo récord que duró su búsqueda.
Pero Acámbaro del mismo estado no se queda atrás en esta dolorosa realidad. Las familias del lugar han estado afirmando continuamente que en la colonia más grande del municipio, San Isidro, se han documentado más de 30 desapariciones en este año, como siempre jóvenes en su mayoría.
Los últimos hallazgos, 1 y 3 de diciembre, en once fosas se han encontrado 23 bolsas con restos humanos tanto en la falda del conocido cerro del Toro, como en la misma ciudad. No se escapan a esta realidad los municipios de Irapuato y Cortázar de la misma entidad.
El RNPDOL señala que existe un registro oficial de 62 personas desaparecidas, de las cuales 70 por ciento desaparecieron en los dos últimos años. El colectivo, ¿Dónde están? Acámbaro, considera que los desaparecidos pueden ser cientos a causa de que las familias no denuncian los casos por miedo.
Guanajuato es una entidad que inicia apenas la institucionalidad del derecho que tiene toda persona desaparecida a ser buscada. La Comisión Estatal de Búsqueda fue apenas creada en julio pasado y el presidente de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas, Jaime Rochin, tomo protesta el 15 de octubre pasado. Esto pone claro que la entidad tiene mucho que avanzar para organizar una verdadera y honesta política de búsqueda de personas desaparecidas y de la atención integral a las víctimas.
El seguimiento de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas es un camino indudable para la defensa de los derechos humanos en este país.
En Acámbaro, los desaparecidos se encontraron en fosas clandestinas
Los colectivos de víctimas han ayudado a la localización de las fosas