Jornada Mundial de la Paz
Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas, Colaborador del Periódico Digital “El Ciudadano”
Con mucha esperanza, comparto algunos párrafos del mensaje del Santo Padre Francisco con motivo de la 55 Jornada Mundial por la Paz. Su título: Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera.
El Papa inicia con una cita del profeta Isaías “¡Qué hermosos son sobre las montañas los pasos del mensajero que proclama la paz! (Is 52,7). Y se va directo a la evocación de la realidad dura del exilio del pueblo de Israel y cómo el mensaje de la paz avisa un futuro prometedor: “Las palabras del profeta Isaías expresan el consuelo, el suspiro de alivio de un pueblo exiliado, agotado por la violencia y los abusos, expuesto a la indignidad y la muerte. El profeta Baruc se preguntaba al respecto: “¿Por qué, Israel, estás en una tierra de enemigos y envejeciste en un país extranjero? ¿Por qué te manchaste con cadáveres y te cuentas entre los que bajan a la fosa?” (3,10-11). Para este pueblo, la llegada del mensajero de la paz significaba la esperanza de un renacimiento de los escombros de la historia, el comienzo de un futuro prometedor”.
San Pablo IV a esto lo llamó desarrollo integral. “Permanece desafortunadamente alejado de la vida real de muchos hombres y mujeres y, por tanto, de la familia humana, que está totalmente interconectada. A pesar de los numerosos esfuerzos encaminados a un diálogo constructivo entre las naciones, el ruido ensordecedor de las guerras y los conflictos se amplifica, mientras se propagan enfermedades de proporciones pandémicas, se agravan los efectos del cambio climático y de la degradación del medioambiente, empeora la tragedia del hambre y la sed, y sigue dominando un modelo económico que se basa más en el individualismo que en el compartir solidario. Como en el tiempo de los antiguos profetas, el clamor de los pobres y de la tierra sigue elevándose hoy, implorando justicia y paz”.
“En cada época, continúa el Papa, la paz es tanto un don de lo alto como el fruto de un compromiso compartido. Existe, en efecto, una “arquitectura” de la paz, en la que intervienen las distintas instituciones de la sociedad y existe un “artesanado” de la paz que nos involucra a cada uno de nosotros personalmente. Todos pueden colaborar en la construcción de un mundo más pacífico: partiendo del propio corazón y de las relaciones en la familia, en la sociedad y con el medio ambiente, hasta las relaciones entre los pueblos y entre los Estados”.
El Papa propone tres caminos para construir una paz duradera: “Aquí me gustaría proponer tres caminos para construir una paz duradera. En primer lugar, el diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos. En segundo lugar, la educación como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y, por último, el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. Estos tres elementos son esenciales para la gestación de un pacto social, sin el cual todo proyecto de paz es insustancial”. A continuación, el Papa Francisco desarrolla en su mensaje cada uno de ellos.
Concluye con un llamado a “que los artesanos, trabajadores, ingenieros de la paz, sean cada vez más numerosos, quienes sin hacer ruido, con humildad y perseverancia, se conviertan cada día en artesanos de paz. Y que siempre los preceda la bendición del Dios de la paz”.
El Papa Francisco ha creado la jornada de la paz para cada 1 de enero
Se pide la paz, a partir del diálogo, la educación y el trabajo entre la sociedad