PARA EL MIGRANTE, TRATO DIGNO.

Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas, Colaborador del Periódico Digital “El Ciudadano”

 “No oprimas al extranjero; ustedes bien saben cuál es su condición, pues fueron extranjeros”

EX. 23.9

Uno de los cinco planteamientos sobre los que reflexionaron para buscar soluciones claras, los presidentes de México y de Estados Unidos, fue sin duda “ordenar el flujo migratorio”.

En migración, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se refirió a varias vertientes: una referente a la reforma que dé certidumbre a millones de indocumentados que viven y han hecho su vida en ese país y contribuyen a su desarrollo; y la segunda, en la urgencia de ampliar los planes de visas temporales para trabajadores de todas las profesiones, tanto mexicanos como centroamericanos.

El encuentro tiene importancia por su propio contenido, pero también por producirse en medio de una profunda crisis multidimensional que somete a ambos países y al resto del mundo a grandes presiones y peligros: lo económico, sanitario, bélico, y es sano encontrarse con espacios para el diálogo, en la búsqueda de trabajar en las resoluciones de los desafíos comunes.

Después de este encuentro, el gobierno de Estados Unidos aceptó entregar 150 mil visas temporales de trabajo para nuestro país y otras tantas para los países de Guatemala, Honduras y El Salvador, a fin de bajar la tensión provocada por miles de migrantes que se hacinan en distintos estados del país a la espera a llegar al norte para conseguir cruzar a Estados Unidos.

Pero este fenómeno de la migración no es un platillo fácil de cocinar, porque si bien 300 mil visas es una cantidad no despreciable, ni lejanamente soluciona el constante flujo de migrantes que intentan llegar al país del norte; ese número de visas temporales solo son aspirinas para un problema infinitamente mayor, de tal suerte que se requiere un tratado migratorio alto, formal y de largo plazo.

En vía de mientras, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) divulgó el siguiente informe: “durante los primeros meses de 2022, se ha observado que los eventos de detención registrados por la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo de Estados Unidos van en aumento. En el primer mes del año, se registraron 154 mil 812 eventos, en el segundo 165 mil 894 y en el tercero, 221 mil 303. Al comparar los datos del primer trimestre del 2021 con los del año en curso, se observa un aumento de 53. 6 por ciento, ya que en 2021 se registraron 352 mil 790 eventos, mientras que en  2022 van 542 mil 9. Son los actos de detención de niñas, niños y adolescentes que también han tenido incremento. Durante el mismo periodo, en 2022 se registraron 34 mil 92, mientras que en 2022 van 34 mil 868, lo que representa un aumento de  2.28 por ciento. Lo anterior indica que es probable que los siguientes meses la tendencia continúe al alza.

La migración siempre ha existido, hoy es un “signo de nuestros tiempos” y constituye un desafío para la humanidad y para la iglesia.

La migración revela cómo las estructuras de pecado afectan a millones de personas. Los migrantes dejan sus lugares de origen, casa, familia, costumbres, lengua…, en busca de mejores condiciones de vida; sueñan grandes y variadas oportunidades, minimizan los peligros que representa el traslado y conociendo los riesgos, se atreven a enfrentarlos con la esperanza de cambiar su situación.

La atención a migrantes ha sido siempre objeto de preocupación en la iglesia, lo podemos constatar en una cantidad muy grande de documentos y disposiciones, en los que subraya: la centralidad de la persona y la defensa de los derechos del hombre y de la mujer migrante, la dimensión eclesial y misionera de las migraciones, la tutela y valoración de las minorías; muestran además la necesidad cada vez más urgente de un compromiso y una atención cercana a estos hombres, mujeres, jóvenes y niños  expuestos a abusos.

Los migrantes suelen caer en situaciones peores de las que vivían en su lugar de origen. Son presa fácil de explotación y victimas de engaños por parte de mafias y frecuentemente por las autoridades mismas.

En materia de migración, ¿sería conveniente crear un Tratado Bilaterial México-EU?

La migración ha sido un fenómeno de siempre, hoy es un “signo de nuestros tiempos”