POR LOS DESCARTADOS

Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas,

Colaborador del Periódico Digital “El Ciudadano”…

El sacerdote, teólogo, humanista, poeta, escritor, traductor, escultor, activista social y reconocido además por ser uno de los defensores más destacados de la teología de la liberación en América latina, Ernesto Cardenal Martínez (Granada 1925), falleció el domingo 1 de marzo en Managua, Nicaragua, a los 95 años debido a complicaciones de salud, informaron allegados.

El también sacerdote Manuel Velásquez Hernández (24 de julio 1922-4 de marzo 2020) nació en Valle de Bravo, Estado de México. Su padre fue panadero y su madre Doña Nicolasa crió a seis hijos: 4 mujeres y 2 varones. Su hermano mayor  Pedro (1913-68) fue uno de los sacerdotes más representativos en el siglo XX de la pastoral social y es considerado uno de los principales precursores del diálogo entre marxismo y cristianismo en México.

El padre Manuel estudió en el Seminario Conciliar de México  en Tlalpan. Ordenado sacerdote el 18 de agosto de 1946. Estudió sociología en la Universidad Católica de América en Washington. Hizo cursos en Inglaterra y realizó estudios en Canadá para conocer de cerca el movimiento cooperativista.

Para comprender mejor la persona del padre Manuel hay que hacer referencia a las personas de Don Sergio Méndez Arceo, Samuel Ruiz García y José Álvarez Icasa, entre otros muchos, que nos traen a la memoria una época caracterizada por un catolicismo social inspirado, enriquecido, impulsado por el Concilio Vaticano II y la aplicación de éste a la realidad de una iglesia Latinoamérica que recogía la frescura de un proceso de puertas abiertas.

En esta época se pasa de la creación y vivencia de un cristianismo laico y crítico, antes del Concilio Vaticano II, a un cristianismo de la teología de la liberación donde anunciar el evangelio sin implicaciones económicas, sociales y políticas es mutilarlo y hacerse cómplice de la injusticia institucional.

Una de las principales iniciativas del padre Manuel, junto con su hermano Pedro y Monseñor Talavera, fue fundar el Movimiento de Cajas Populares (1951), siguiendo el modelo canadiense. Lograron sembrar, capacitar y organizar un vasto movimiento cooperativista en el país.

Su hermano el padre Pedro fue integrante del Centro de Economía y Humanismo de Paris del dominico Lebred, además amigo personal de Vicente Lombardo Toledano y ejemplo a seguir de su hermano Manuel.

Tres sacerdotes cuya trayectoria siempre habrá que profundizar analizar y seguir con creatividad. Tres sacerdotes siempre coherentes, que vivieron su apostolado con radicalidad, sin lujos, entregados a los obreros, campesinos, cooperativistas, jóvenes, reconocidos por su solidaridad y humanismo con los sobrantes de siempre.

 Ernesto Cardenal, uno de los principales promotores de la teología de la liberación

Manuel Velásquez Hernández, fundador de las cajas populares en México