REFLEXIÓN DOMINICAL DEL PADRE PISTOLAS

 
Domingo 15 de septiembre de 2024. DE LA CRUZ A LA LUZ

Todos en un momento nos interesamos en saber ¿qué opinan los demás de nosotros mismos? Y más, cuando Cristo quiere por primera vez anunciar su pasión y muerte y después de la multiplicación de los panes y de la pesca milagrosa.

Cristo les pregunta ¿Quién dice la gente que soy yo? Le contestan que son grandes personajes: Juan Bautista, Elías, etc. Y usted ¿Quién dicen que soy yo? Y como siempre Pedro contesta ¡tú eres el mesías! Pero un mesías triunfador, gobernante de todo el mundo. Cuando le dice que tiene que ir a Jerusalén para hacer azotado y morir en la cruz, Pedro lo llama aparte y le pide que no lo haga y así no consumar la salvación, Cristo lo trata de Satanás a pesar de decirles que va a resucitar y luego nos dice que perdiendo la vida, vamos a ganar la vida eterna.

Desgraciadamente también nosotros rechazamos el sufrimiento de ser apóstoles de Cristo, empezando con los sacerdotes que queremos una vida cómoda, con la mejor alimentación, los mejores carros, las mejores casas y movidos por los mismos familiares de tener todo el dinero posible, tristemente.

Recuerdo a Churchill en la segunda guerra mundial con Londres bombardeada que decía: les ofrezco sangre, sudor, lágrimas y derrota tras pero llegaremos a la victoria final. Creo que nos falta esa mística del dolor y del sacrificio, Cristo ofreció su propia vida y nosotros como discípulos debería tener esa mística; en la guerra se nos pide luchar y disponer nuestra vida al peligro y Cristo llamó a los jóvenes que se hagan sacerdotes aunque suframos mucho pero salvemos almas ante la avaricia, el adulterio, la borrachera, la maña, la ingratitud, la droga, el desamor, etc. Como decía San Pablo: quiero predicarle a Cristo crucificado.

Como los grandes generales que al cruzar un desfiladero, peligroso en medio del sudor y la sangre les dice a sus soldados: “síganme”, yo les digo ante tantas carreteras, hospitales, escuelas, creación de bandas de guerra, etc. Le digo: “síganme”.

En la lectura del apóstol Santiago que los protestantes quitaron de su biblia porque no les conviene, magistralmente hace quedar en ridículo a los que afirman que basta la fe y no se necesitan obras: “si a tu casa llega un limosnero y le dices que encuentre quien te dé de comer, beber y cobija y no lo auxilias ¿de qué sirve mis obras? demuestren mi fe y cuando San Pablo sabía que la gracia y la fe es la que nos salva, no se contradice, se complementa. ¿Quién nos conoce perfectamente? Nuestros padres, háganles caso.

Todo tiene cumplimiento en la cruz, es nuestro símbolo cristiano, pero la cruz no es un adorno en el pescuezo o un símbolo en la iglesia del pueblo, debemos sacrificarnos por los demás. Cuando somos verdaderos profetas, somos rechazados por los parientes y por los paisanos.

Humor:

Le pregunta el maestro al alumno: ¿sabes quién eres? Soy Juan, no te pregunté tu nombre. Soy su alumno, no te pregunté qué haces, maestro no sé quién soy. Ahora, ya estás en camino de saber quién eres.

Que Dios los bendiga!.

Alfredo Gallegos Lara destaca que “una forma de salvarnos, es escuchando la palabra de Cristo”

El Padre Pistolas recordó que la cruz, es el símbolo del cristianismo a nivel mundial