REFLEXIÓN DOMINICAL DEL PADRE PISTOLAS

Domingo 30 de septiembre de 2024. NO LE SAQUE AL SUFRIMIENTO Y MUERTE

Cristo les dice a sus discípulos por segunda vez, que tendrá que ser entregado a manos de los hombres y que su destino seria la muerte y la resurrección. Este pasaje viene después de la transfiguración de Jesús en el monte Tabor y después de que Jesús mismo descendiendo del monte, sanara a un niño poseído por un espíritu mudo. El padre del niño se dirigió a sus discípulos, pero ellos no pudieron liberarlo, después de este milagro, Jesús emprende nuevamente el camino hacia el norte.

Los discípulos integran a Jesús y se preocupan por su falta de poder, después no se atreven a interrogar a Jesús sobre las palabras que acaba de pronunciar sobre su destino de sufrimiento y muerte, esto constituye el segundo anuncio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Cristo luchó mucho por hacer entender a los discípulos la pasión y muerte en la cruz, porque esperaban ser príncipes en un reino lleno de poder, dinero y mujeres y no sufrimientos y muerte y menos entendían la resurrección. Creían que era una parábola más difícil de entender y tenían mucho miedo preguntarle a Cristo, dice San Marcos después de la respuesta humillante que recibió San Pedro, en donde llamó Satanás a San Pedro, que aunque era el Papa, también cometió errores. Hoy en día, no sé porque se molestan los obispos cuando les hacen ver sus errores.

Como antecedente, tenemos en la lectura del libro de la sabiduría, 80 años antes de Cristo, cómo los justos de manera injusta deben esperar persecuciones y la muerte. El apóstol Santiago nos presenta a la sabiduría, no la humana, sino la divina como los sabios son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros, siembran la paz y cosechan frutos de justicia y luego explica la violencia y la guerra: ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando, ambicionando algo que no pueden alcanzar y entonces combaten y hacen la guerra.

Cristo les pregunta: ¿de qué discutían en el camino? Quien de ellos era el primero y el más importante. Los niños eran en Israel latosos, e inmaduros y despreciables y Cristo cambia la ambición de gobernar por la ambición de servir. El niño: Tiene capacidad de maravillarse, facilidad de perdonar y olvidar. La humildad y obediencia. Si somos rebeldes, desobedientes, altaneros y despreciamos a los mayores ya no somos niños.

Humor:

Licenciado, le traigo a mi niño para que le saque una moneda que se tragó.

Oiga soy licenciado, no doctor.

Pero ustedes los licenciados, se dedican a sacar dinero, ándele sáqueselo.

Que Dios los bendiga!.

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