La Construcción de la Presa “Solís” y el Desplazamiento del pueblo de Chupícuaro

Gerardo Argueta Saucedo, Cronista del municipio de Acámbaro, Gto.

Un suceso que en el siglo XX cambiaría la vida social, política, económica y cultural del pueblo de Chupícuaro es el de la construcción de la Presa “Solís”.

Si bien desde 1933 comenzaron a realizarse los estudios para determinar la ubicación más adecuada de la obra, la Presa fue edificada entre 1939 y 1949. Su propósito fue regular el afluente del río Lerma para prevenir inundaciones, permitir el riego de cultivos en la zona del Alto Río Lerma e incrementar la energía hidroeléctrica en la región del bajío.

La obra se construyó “en la depresión natural que encuentra el Río Lerma en su entrada al actual Estado de Guanajuato”, esto es, en el área de Chupícuaro o del Viejo Chupícuaro, como se conoce hoy en día.

Previo a la construcción del embalse, necesario para la época, fueron analizados 5 posibles sitios: Yurécuaro; Tziritzícuaro y Puriantzícuaro en Maravatío, Michoacán, al igual que San Miguel o Rancho de Solís, ‘arriba’ de Acámbaro, y San Agustín, ‘abajo’ de Acámbaro. El proyecto fue aprobado para San Miguel o Rancho Solís, ‘arriba’ de Acámbaro, que luego sería el “Vaso de Solís”, Presa Solís o Presa de Solís, según el Doctor en Geología Paul Waitz. El nombre obedece al hecho de que la cortina del embalse quedó en terrenos del poblado de Solís.

La construcción de la Presa estuvo a cargo de la Comisión Nacional de Irrigación entre 1939 y 1946 y posteriormente de 1947 a 1949 a través de la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH), que la terminó a base de contratos. Chupícuaro en 1949 “pertenecía al municipio de Jerécuaro” y estaba ubicado al sureste de esa localidad. Al reubicarse el pueblo formó parte del municipio de Acámbaro.

A nivel regional fueron 22 las localidades reubicadas entre los municipios de Acámbaro, Jerécuaro y Tarandacuao. De estos lugares, siete pertenecían al poblado de Acámbaro (La Encarnación, El Tornero, Munguía, San Miguel, Santa Inés, San Vicente y Solís); diez al municipio de Jerécuaro: Agua Blanca, Buena Vista, Chupícuaro, Estanzuela de Razo, Puriantzícuaro, Puruagüita, San Lorenzo, Tejocote, Zatemayé y La Puerta, y cinco al municipio de Tarandacuao: La Mora, Las Joyas, Paso de Ovejas, San José de Porto y el Aguaje. Todas las comunidades estaban en el sector de lo que sería el vaso de almacenamiento de la presa. De los 22 poblados, seis fueron afectados en forma parcial y 16 de manera total. En lo general, se perjudicaron 1,042 casas-habitación, que ocupaban 5 mil personas.

Para indemnizar a los afectados, la Secretaría de Recursos Hidráulicos construyó 16  poblados, edificando 1,209 casas. La construcción de la Presa abarcó “una superficie de 5,712 has., de las cuales 3,335 eran ejidales, lo que perjudicó a 711 ejidatarios, lo mismo que a 2,377 hectáreas de pequeña propiedad, afectando a 456 ejidatarios.

Hoy en día, algunas de las poblaciones desplazadas todavía pertenecen a Jerécuaro; otras desaparecieron y algunas más pasaron a formar parte de Acámbaro.

Re-fundación de Chupícuaro, luego de tres sexenios para la obra hidráulica

La construcción del embalse abarcó los sexenios presidenciales de Lázaro Cárdenas, en el inicio; Manuel Ávila Camacho, en la continuidad y desarrollo del proyecto, y el de Miguel Alemán Valdés con la entrega y puesta en operación de la magna obra.

La Presa inició sus operaciones el 1°. de junio de 1949. En forma previa, el día 15 de mayo, el Presidente de la República Mexicana, Miguel Alemán Valdés, inauguró a las once de la mañana la Presa y el Nuevo Pueblo de Chupícuaro. El embalse quedó así a 7 kilómetros de Acámbaro y su capacidad de riego fue de 136,595 hectáreas para los Distritos del Alto y Bajo Lerma. Pero fue hasta el día 20 de mayo cuando más de 1,000 habitantes salieron apresuradamente de sus casas que ocupaban en Chupícuaro, pues el agua las inundó. Los desplazados llegaron a la una nueva comunidad, ubicada en la “Loma de Paredones”. Al respecto, la investigadora Lucila García revela que fueron 1,189 habitantes los que dejaron el poblado en total, según el Censo de 1950. Y destaca que el traslado se hizo del 20 de mayo al 19 de junio de 1949.

Cosechas, recuerdos y los muertos de las familias de Chupícuaro quedaron sepultados por el agua de la Presa “Solís” en el Viejo poblado. A los habitantes “se les cambió un pueblo por otro”. El Nuevo Pueblo quedó cerca de la Laguna de Gavilleros, que fue desecada meses después para dedicarla a las labores de cultivo. La “Loma de Paredones” fue elegida en 1947 como el sitio para vivir en el Nuevo Chupícuaro y abarcaba 192 hectáreas. La “primera piedra de la primera casa” en la nueva comunidad fue colocada el 17 de mayo de 1948.

La Re-fundación del Nuevo Pueblo de Chupícuaro quedó consignada en el Acta Constitutiva con fecha del 6 de junio de 1949, siendo el Presidente Municipal de Acámbaro, Longinos Rivas. En el Acta quedó asentado que Chupícuaro dejaba la jurisdicción de Jerécuaro y que las viviendas construidas eran 266 tanto de tabique como de teja. El traslado hizo que Acámbaro tuviera 939.2 Kms2 de territorio, esto es, 89.44 Kms2 más con respecto a los 849.76 que entonces registraba.

Lamentablemente, la reinstalación del Viejo al Nuevo Pueblo obligó a un gran número de habitantes a emigrar a los Estados Unidos de América en busca de un mejor nivel de vida para sus familias. En la “Loma de Paredones” no se tenían los medios necesarios para vivir, ni siquiera la agricultura era propicia. Las viviendas construidas y entregadas a los pobladores por el Gobierno Federal en 1949 no fueron las necesarias; eran muy rústicas y poco funcionales. Y sin embargo, en este sitio tuvieron que adaptarse para vivir.

Azolve y sobre elevación de la cortina de la presa para evitar nuevas inundaciones

Desde 1949, la Presa “Solís” ha tenido remodelaciones en el dique original debido a filtraciones de agua. Se construyó uno nuevo entre 1954 y 1955. A su vez, entre los años de 1927 y 1958 hubo problemas con el cauce del Río Lerma. En 1958 se desbordó el Lerma e inundó la ciudad de Acámbaro.

Así mismo en este período hubo un azolvamiento natural en el vaso de captación de agua de la obra hidráulica, por lo que fue conveniente elevar 5 metros la cortina entre 1978 y 1981. La obra fue inaugurada el 15 de septiembre de 1981 por el Presidente de la República José López Portillo. Gracias a ese trabajo, la capacidad total de la Presa -a mediados de la segunda década del siglo XXI-, llegó a ser de 1,217 millones de metros cúbicos. La sobreelevación de la cortina de la Presa afectó terrenos y bienes de tierras particulares y de 14 ejidos. Aun así, en el inicio de la tercera década del siglo XXI, el Distrito de Riego No.11 es parte de la Cuenca Lerma-Chapala a nivel nacional y cuenta con 12 unidades de riego a favor del sector agropecuario del bajío.

Es así finalmente que con esta historia regional, Chupícuaro es hoy un sitio de gran interés. A 73 años, es un pueblo que está de pie y uno de los más progresistas del municipio. Su historia no termina, antes bien, apenas comienza. Es, con orgullo, el pueblo de Chupícuaro, hoy: Nuevo Chupícuaro.

Miguel Alemán inauguró la presa Solís el 15 de mayo de 1949

El embalse aporta agua del Río Lerma para el riego de cultivos básicos

La compuerta de la presa quedó en la jurisdicción del poblado de Solís

A nivel nacional, la presa forma parte de la Cuenca Lerma-Chapala

La obra se construyó durante los sexenios de Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán

En el siglo XX,  el agua para riego hizo de Guanajuato “el granero del país”