Reflexión Dominical del Padre Pistolas. Violencia, sólo con los sacrílegos.

Domingo 07 de marzo de 2021.

Trataremos en el evangelio de San Juan, esa ocasión en que Cristo con un cordel o látigo que él mismo fabricó, expulsó del templo a los paganos en vísperas de la pascua, es decir, ante mucha gente a los que vendían novillos, borregas y palomas, que sacrificaban por obligación todos los judíos; volcó las mesas de los que cambiaban una moneda de oro por dos monedas extranjeras porque la ofrenda tenía que ser judía, haciendo un gran negocio.

Fue la única vez que Cristo usó la violencia porque ni siquiera cuando lo iban a crucificar renegó a o la utilizó.

Los apóstoles se acordaron ya después de la resurrección lo que había dicho Cristo; “el celo de tu casa me devora”, porque en lugar de hacer oración en el templo como es debido, lo habían convertido en un mercado. Efectivamente Cristo siempre aconsejaba la prudencia, la mansedumbre, el perdón y la paz.

El jueves santo les aconsejó en el Huerto de los Olivos que compraran una espada porque ya había llegado la hora de su muerte: “si no tienen dinero vendan su manto”. De hecho de lo que se sabe, Pedro traía su espada con la cual le cortó la oreja al criado del sumo sacerdote, Marcos el valiente, le arrebató a Cristo de las manos de los soldados, pero no pudo con ellos y se escapó porque estaba desnudo y en un lugar desértico, solo estaba cobijado con una sábana y se escapó dejándoles la sabana. Nos aconsejaba Cristo que deberíamos ser mansos como palomas y astutos como serpientes.

Cuando el sumo sacerdote le pregunta que si es el Rey, Cristo contesta que sí, pero su reino no es de este mundo sino mandaría una legión de ángeles a rescatarlo. Judas Tadeo de hecho, Tadeo significa “el valiente” en contra posición de Judas Iscariote, que significa “traidor”. Simón el “Celote” o el “fanático” significa una secta de soldados rebeldes que se opusieron a los romanos y de hecho traía arco, sus flechas y su espada hasta su muerte y siempre andaba con San Judas Tadeo hasta su muerte.

Muchos cuestionan que ¿por qué siempre traigo la pistola y no cualquier pistola sino una de las más grandes? Nadie me gana a blanquear, que debo traer el rosario; traigo las dos cosas, el rosario lo rezo cuando manejo y en la noche; la pistola la cargo en el día por si las moscas hay mucha gente mala y si van a rezar en mi casa, mejor que recen en la ajena.

Enojados le preguntan los sumos sacerdotes a Cristo ¿con que autoridad haces esto? Se les iba a acabar el negocio, al grado que cuando los romanos conquistaron Jerusalén, se espantaron de tanto oro que encontraron y Cristo les contesta: “si se los digo, ¿si me contestan esta pregunta? El evangelio de Juan Bautista era de Dios o de los hombres?”. Y se quedaron callados, si fuera de Dios porque no le hicieron caso? Si fuera de los hombres, el pueblo los mataba a pedradas. Los mandamientos nos marcan el camino. Amar, no jurar, ir a misa cada ocho días y no cuando nos nazca, no mentir, no meterse con otros hombres o mujeres, no matar, etc.

Comentario de buen humor:

Con eso del coronavirus, se encuentra una enfermera con otra y le pregunta: ¿porqué traes el termómetro en la oreja?

¡Ah cabrón!  Contesta. ¿Con qué paciente dejaría mi lapicero?

¡Que Dios los bendiga!.