Segundo Informe de AMLO: Una narrativa condicionada por los costos del COVID-19

José Luis Camacho Acevedo,

Colaborador del Periódico Digital “El Ciudadano”

Una breve reseña de los estragos que vive México, al igual que todo el orbe, a causa de los efectos que ha traído la pandemia del Covid-19, fue la característica del mensaje enviado por el presidente Andrés Manuel López Obrador al llegar a la fecha en la que tiene que rendir al Congreso el estado que guarda la administración a su cargo.

Hace ya muchos años que los informes presidenciales dejaron de ser una celebración triunfalista. Antes eran llamados: “el día del presidente”.

Hoy, simplemente, son el cumplimiento del trámite al que obliga la Constitución y, en el caso del mensaje emitido por el primer mandatario, mandó un mensaje que es una extraña mixtura entre lo político y lo social.

El presidente López Obrador tenía, por los efectos de la pandemia en la economía y en el estado de ánimo nacional, poco margen de maniobra para festinar logros o enviar mensajes de advertencia social o de admoniciones político-electorales.

Repetir los puntos centrales del mensaje resulta importante para eliminar la sospecha de que la 4T está en una crisis de credibilidad y, por ello, se han disparado “distractores” como las “denuncias” de Emilio Lozoya o la consulta para que el pueblo decida si se enjuicia a los expresidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Los expresidentes ya están juzgados históricamente.

Carlos Salinas y las truculencias de las nacionalizaciones. Ernesto Zedillo y su desprecio por la política que fue una actitud que marcó el declive del PRI como partido de estado. Vicente Fox y la permisividad de enriquecimiento que dio a varios de sus más cercanos funcionarios y a los hijos de su entonces poderosa esposa Marta Sahagún. Felipe Calderón Y SU NÉMESIS O KARMA que le viene representando Genaro García Luna. Enrique Peña Nieto y sus personales frivolidades, así como la corrupción manifiesta en muchas de sus políticas públicas.

Lo importante del mensaje de AMLO está en las previsiones que, por primera vez lejos del triunfalismo que tan hábilmente maneja para convertir en el discurso las derrotas en victorias, se tomarán sobre todo en la economía, que se ve ante un panorama desastroso, y la inseguridad que no termina por ceder a pesar de la pandemia.

No habría que esperar más en una narrativa de hechos de gobierno en tiempos en que TODO está marcado por los efectos de la pandemia. Al presidente le quedan como grandes retos la recuperación económica y la conducción política honesta del próximo proceso electoral.

Desgraciadamente el principal impedimento que tiene AMLO para sacar adelante esos retos es que parece tener a muchos enemigos dentro de la casa. Y (el polémico) Gerardo Fernández Noroña es el más insignificante de esos enemigos emboscados en varios rincones de su gobierno.

AMLO tuvo un Informe diferente a los del viejo PRI de estado

El discurso presidencial fue apegado a la obligada realidad actual