Un 7 de octubre de 1810: La captura de españoles en Acámbaro cambió la historia nacional

Lic. Gerardo Argueta Saucedo, Cronista del municipio de Acámbaro, y Presidente de la Asociación de Cronistas del Estado de Guanajuato, “Dr. Isauro Rionda Arreguín”, A.C.

El 7 de octubre de 2023, se festejan 213 años de la “Batalla” o ‘Escaramuza’ de las comunidades de Jaripeo y El Moral, un hecho que desde la región de Acámbaro, cambió el curso de la historia nacional

Bien sabemos que el día 7 de octubre pero de 1810, gracias a la intervención de doña María Catalina Gómez de Larrondo, se logró capturar en la cañada de los poblados de Jaripeo y El Moral, a una Comitiva de Autoridades Realistas que -desde el día 3-, provenía de la Ciudad de México con rumbo a Valladolid, hoy Morelia. En la Comitiva estaba Manuel Merino y Moreno, Intendente de Michoacán; Diego García Conde, Comandante de Armas de la misma Provincia, y Diego Rul, Conde de la Casa Rul de Guanajuato capital.

Doña María Catalina Gómez contó con el respaldo de los trabajadores de su Hacienda de nombre “San Antonio” y del Torero José Manuel Luna, quien encabezó el grupo que detuvo a las autoridades españolas. Estas últimas, fueron trasladadas a un mesón en Acámbaro y de ahí fueron enviadas a Celaya, donde había una partida de Insurgentes. El 8 de octubre, Hidalgo –quien se encontraba en Guanajuato-, supo de lo ocurrido en Acámbaro, por lo que modificó la ruta original que se había trazado para tomar la Ciudad de México. Es así que ahora iría por Acámbaro-Valladolid-Acámbaro y no por la de Guanajuato-Querétaro-Ciudad de México.

Por fortuna, ya de regreso entre Valladolid y Acámbaro, el Cura de Dolores, Miguel Hidalgo, pudo entrevistarse con don José María Morelos y Pavón, el “Siervo de la Nación” -en Charo e Indaparapeo-, y lo comisionó para insurreccionar el sur de la Nueva España. Posteriormente, Morelos dio continuidad al proyecto independentista entre 1811 y 1815.

Ya en Acámbaro, Hidalgo fue nombrado “Generalísimo de América” por la Oficialidad del Ejército Insurgente, reunida en Consejo Militar. Tras lo sucedido el 22 de octubre de 1810 en Acámbaro, el “Cura Generalísimo” siguió la marcha de la libertad con rumbo a la Ciudad de México. En el Monte de “Las Cruces” ganó una Batalla contra los españoles, que sería la última desde el inicio del movimiento; como también lo hizo en las de Guanajuato con la toma de la Alhóndiga de Granaditas que fue muy sangrienta, y en la de Valladolid, que en el contraste fue pacífica. Luego de estas tres victorias en el bajío, el Ejército Libertador de Hidalgo enfrentó derrotas como las de Aculco y el Puente de Calderón.

El 21 de marzo de 1811 en Acatita de Baján, los Insurgentes son hechos prisioneros. Hidalgo fue trasladado a Chihuahua donde es juzgado militar y eclesiásticamente y fusilado el 30 de julio de 1811. A su muerte, con 58 años de edad, ya había sentado las bases de la destrucción del Virreinato que tenía casi 300 años. Recordemos que Hidalgo nació el 8 de mayo de 1753.

Es de reconocer que Hidalgo en la primera etapa del movimiento insurgente que abarcó del 16 de septiembre de 1810 en Dolores al 30 julio de 1811 en Chihuahua, tuvo más éxitos que fracasos, de ahí que se lograra cumplir el objetivo y la meta de la lucha armada y social.

Así lo confirman las campañas militares del “Padre de la Patria” durante casi 10 meses y medio, esto es, menos de 200 días. Visitó más de 60 comunidades y expidió más de 60 documentos. El 13 de diciembre de 1810, la Administración de Estados Unidos reconoció al Movimiento Insurgente. En ese entonces, hubo un Gobierno Provisional, paralelo al Virreinal. Por eso, entre el mismo 13 de diciembre y el 25 de enero de 1811 con la Batalla del “Puente de Calderón”, Hidalgo es el Jefe de un Estado en formación. Fue un “Cura Generalísimo”, único a nivel mundial.

La vida y la obra de Hidalgo por lo tanto es un ejemplo tanto de estudio como de esfuerzo y de lucha social; no de privilegio. Su legado está vigente.

Gracias a don Miguel Hidalgo, hoy “Hijo Adoptivo de Acámbaro” desde hace dos años y Acámbaro mismo como una “Ciudad Heroica”, tenemos ¡patria y libertad!. Y todo, gracias al apoyo que desde Jaripeo y El Moral, el 7 de octubre de 1810, otorgó la heroína doña Catalina Gómez de Larrondo. Excelente!.

Retrato representativo de doña Catalina Gómez de Larrondo, la heroína acambarense de 1810

En Jaripeo, se realiza una escenificación de lo sucedido el “7 de octubre de 1810”

Monumento en honor a doña Catalina Gómez, ubicado en el Jardín del Arte del centro histórico de Acámbaro