Fundación de “San Francisco de Acámbaro” 497 Aniversario: 1526-2023 (Un breve recuento histórico)

Lic. Gerardo Argueta Saucedo, Cronista del Municipio, y Presidente de la Asociación de Cronistas del Estado de Guanajuato, “Dr. Isauro Rionda Arreguín”, A.C.

El pueblo ceramista y agricultor de Chupícuaro es el primer asentamiento humano que registra la región de Acámbaro, siendo originario del periodo preclásico superior y con una ocupación de mil años entre el 800 a.dec. y el 200 d.dec. Sin embargo, el Acámbaro indígena, según el cronista comunitario Rafael Ferreira León, tiene su origen en el año 1275, al ser integrado por un grupo de otomíes.

Originalmente el grupo otomí, proveniente del Estado de México, se asentó en la región de Guayangareo, cerca de la actual ciudad de Morelia, Michoacán, y fue reubicándose poco a poco hasta lo que sería la frontera norte del posterior imperio purépecha. Ya en el sitio actual y siendo parte del mismo imperio purépecha, el nombre de la comunidad fue en otomí: maguadam, y en purépecha: akamba(rhu), que en ambos casos significa: “lugar de magueyes”. En chichimeca es: acam_bharu, que sería el de: “acampar junto al río” Lerma, que cruza por la localidad.

A su vez, el proceso de la conquista militar y espiritual de Acámbaro por los españoles abarcó un periodo de 13 años entre 1522 y 1535, integrando a los tres grupos: otomíes, purépechas y chichimecas en una etapa específica del 19 al 28 de septiembre de 1526. En esta etapa fue incorporado el pueblo a la cultura hispana bajo el nombre ya no de “Acámbaro”, con esencia indígena, sino “a la española” o bajo un proyecto español, como: “San Francisco de Acámbaro”. El fundador de la congregación de indios fue don Nicolás de San Luis Montañez, cacique de Tula y Jilotepec, quien firmó el acta respectiva hasta el 25 de noviembre de 1535.

“San Francisco de Acámbaro” surgió en el territorio de la Provincia de Michoacán de la Nueva España y en el año de 1786, con la aplicación de las Reformas Borbónicas en la Nueva España, dejó la región y se incorporó (oficialmente) a la Intendencia de Santa Fe de Guanajuato, no sin que desde 1748, la ciudad de Celaya, que era una Alcaldía Mayor, integrara a Acámbaro entre sus pueblos sujetos, según José Antonio Villaseñor en su obra: “Theatro Americano”. Es por eso que por este período (1748-1786), a Acámbaro –ya sin la referencia de “San Francisco”-, se le considera como “la puerta de la historia en el bajío. Frontera de culturas”.

Debidamente ‘instalado’ en Guanajuato, el pueblo acambarense enfrentó la guerra por la Independencia Nacional y el 22 de octubre de 1810, don Miguel Hidalgo y Costilla, el cura de Dolores, fue nombrado “Generalísimo de América” por la oficialidad del ejército insurgente, reunida en consejo militar. Debido a este nombramiento, Acámbaro es hoy una “Ciudad Heroica” y Miguel Hidalgo y Costilla, el Padre de la Patria: “Hijo Adoptivo del Municipio”; en ambos casos, desde el 9 de septiembre de 2021.

Al terminar la guerra por la Independencia Nacional, Acámbaro permaneció en el territorio guanajuatense. Junto con 16 localidades más, participó directamente en la conformación de Guanajuato como un Estado libre y soberano, el 20 de diciembre de 1823. Así mismo, el 31 de enero de 1824, las 17 comunidades municipales que integraron  Guanajuato, se adhirieron como Estado al Acta Constitutiva de la Federación, lo que es el antecedente de la primera Constitución de México, promulgada el 4 de octubre de 1824.

Posteriormente, con fecha del 10 de febrero de 1824, de hecho, Acámbaro recibió el nombramiento de Villa, mientras que conforme a derecho, lo obtuvo el 18 de julio de 1827. Al promulgarse la Primera Constitución de Guanajuato, con fecha del 14 de abril de 1826, Acámbaro se confirmó como un municipio, lo que se ratifica el 16 de mayo de 1855 mediante una serie de cambios registrados en la legislación estatal de Guanajuato, así como en la Segunda Constitución del Estado del 1º. de abril de 1861.

Es de mencionarse que muy relevante es para Acámbaro el período entre 1855 y 1891, toda vez que no quedó exento de las modificaciones regionales de los Gobiernos de la época al ser desde un Partido (administrativo) hasta formar parte del Departamento de Celaya; enfrentar una restitución como Partido y nuevamente incorporarse al Departamento de Celaya; como también ser un Distrito y una Jefatura Política.

El 12 de noviembre de 1899, conforme al Decreto número 39 y siendo el Gobernador del Estado, Joaquín Obregón González, Acámbaro adquirió la categoría de ciudad, gracias también al apoyo del XVIII Congreso estatal. Ya para el 16 de septiembre de 1917 con la promulgación de la Tercera Constitución Política del Estado de Guanajuato, homologada a la Federal del 5 de febrero de ese año, Acámbaro ratificó la categoría de municipio y ya muy avanzado el siglo XX, el 28 de julio de 1989, por disposiciones de la Ley Orgánica Municipal del Estado de Guanajuato, la localidad contó con la delimitación de su cabecera municipal, teniéndose para ello a la zona urbana y conservando la categoría constitucional de ciudad.

De esta manera, Acámbaro tiene cuatro categorías: villa (1827), ciudad (1899), municipio (1917) y cabecera (1989).

A la fecha, la localidad acambarense conserva una rica historia y el espíritu progresista de la población. Y sin duda, tiene amplias perspectivas de modernización y desarrollo social y humano ante el mundo globalizado del siglo XXI.

Nicolás de San Luis Montañéz, fundador de “San Francisco de Acámbaro” de 1526

Acámbaro celebra 497 años, faltando 3 para el magno festejo de los 500 años

Trazo hipotético de “San Francisco de Acámbaro”, en septiembre de 1526, en: Rojas, Pedro; “Acámbaro Colonial”; Ed. UNAM; México, 1967, p. 5 (pp. 238, incluyendo ilustraciones)