REFLEXIÓN DOMINICAL DEL PADRE PISTOLAS

Domingo, 21 de abril de 2024. LA VIDA SE TRANSFORMA, NO DESAPARECE.

Nos aparece en San Juan “La parábola del buen pastor”, como todas las parábolas de Cristo, sacadas de la vida real, y dice: “Yo soy el buen pastor que doy la vida por sus ovejas”.

Efectivamente, los historiadores del tiempo de Cristo no traían más que un garrote largo, una honda y un gran valor, y así tenían que enfrentar a osos, leones y sobretodo ladrones. Tenían que rescatar una pierna o una oreja para demostrar que habían luchado por su oveja, pero sobretodo en el caso de los ladrones, perdían la vida, en el caso de los lobos llegaban sin ropa, con mordidas y arañazos, pero no permitían que se llevaran a las ovejas, llenos de garrotazos y sin algunos dientes. Pero también presenta Cristo a los pastores asalariados, que lo hacían por dinero. Cuando veían a 4 o 5 lobos, huían y perdían varias ovejas, no conocen a sus ovejas, ni ellas los siguen, no las sacan por la puerta, no las llevan al agua, a los buenos pastos ni buscan a la oveja perdida.

Cristo nos habla de llamar a las ovejas de otros, de otro redil, para así formar un solo rebaño bajo un solo pastor, cosa que ha sido al revés, tenemos 800 millones de protestantes que siendo cristianos, no son católicos y es preocupante que no hacemos nada al respecto. Durante los últimos 180 años, nos han salido 2000 sectas protestantes, motivadas por la facilidad de hacerse millonarios, lo pastores cobrando estrictamente los diezmos y no precisamente para los levitas o sacerdotes, porque no lo son y para repartirlos a los pobres, comprando aviones, aeropuertos, carros de lujo, mansiones millonarias en dólares, con una sarta de mentiras negando la divinidad de Cristo y su resurrección y tarde o temprano se van a desaparecer.

Después de la resurrección, Cristo en dos ocasiones le manda a Pedro y demás apóstoles perdonar los pecados, una en el Cenáculo a los 8 días de la resurrección y otra a la orilla del lago de Genesaret. Los judíos no aceptan a Cristo por no haber cumplido la esperanza de conquistar con ejércitos al mundo y ponerlos como gobernantes, como los mismos esperaban, cambian las leyes de Moisés, como el divorcio, el amor del enemigo.

En lugar del odio hacer el bien a los que nos hacen mal, prestar y no cobrar, ya que los judíos son los dueños de los bancos y no hacer un favor a nadie, guardamos el domingo en lugar del sábado, amén de las tonterías que enseñan los testigos de Jehová con sus revistas “despertar”, “Atalaya” y muchos libros que obligan a sus feligreses a fuerzas a comprar, aunque tengan que regalar; y ahora que nadie lee y hace puras redes sociales, atiborran el internet, tirándoles a los obispos, sacerdotes y católicos.

Algo muy importante que dice Cristo: “Yo doy voluntariamente mi vida y la vuelvo a tomar porque puedo hacerlo, el que tiene fe en mí, no morirá para siempre”. Hasta los enemigos como el Centurión reconocieron verdaderamente, que este era el hijo de Dios. No necesitamos esperar el fin de los tiempos para vivir nuestra resurrección, sino desde ahora, la vida no se acaba, se transforma de vida temporal, a vida eterna.

Humor:

Una viejita se va de vacaciones con su hija y nietas a Acapulco y maneja.

“¡Mamá qué bien manejas!”

Hija, manejar y tener sexo jamás se olvida.

Que Dios los bendiga!.

Alfredo Gallegos invita a no dejarse engañar por los miembros de las sectas religiosas

El Padre Pistolas destaca que el buen cristiano perdona a sus enemigos